martes, 26 de enero de 2016

Indignación cuñada de cero sesenta

Una cosa que me sienta bastante mal hoy en día es la superioridad moral de algunos que parecen cabalgar sobre el bien y el mal y poseer la verdad absoluta de todas las cosas. Esos que hagas lo que hagas, te van a tachar de algo, juzgándote desde los altares de su perfección. En twitter por ejemplo la gente no para de poner verdes a sus cuñados. Que no sabía yo que a todo el mundo le toca un cuñado sabelotodo por norma, de verdad que no me salen las cuentas. Porque esos que se quejan, no sé si saben que son los cuñados de sus cuñados, o sea, que o todo el mundo es un sabelotodo-metomeentodo o me falta gente. O lo mismo los cuñados pesados a su vez tienen otro cuñado aún más cuñado y así se va creando un cuñadismo exponencial que no sé por dónde puede estallar. Por otro lado, como el Ross y yo somos hijos únicos imagino que nos asignarán un cuñado de oficio para Navidades y celebraciones familiares varias.
Ayer se me removió este tema por una canción de mierda que pone a veces el Ross para sacarme de quicio cuando encima tengo las hormonas por las nubes. El grupo de intelectuales que forman esta bella composición y otras tantas, se llaman Ojete Calor y son los mismos mongolos de Muchachada Nui y semejantes. Ya he explicado muchas veces mi rechazo por ellos, así que no me voy a recrear en el tema. Pero la canción me cabrea. Todo son frases de cerosesenta (cutres y barateras, vaya), pero al parecer ellos están exentos de todas, ellos son la hostia. Todo es mierda menos lo suyo, que es arte, humor inteligente y guay-chachi-molongui. Ay, mira, lo que sea. Que me caliento sola porque reconozco que les tengo manía. Al del bigote sobre todo.
Y la otra cosa de superioridad moral que me toca los cojones hoy en día es cuando la gente te dice “ay, qué problemas hay en el primer mundo, ¿eh?” así con una total condescendencia, como si ellos salvaran el mundo a diario ante mi impasividad. Pues mira, sí, comparados con los que tienen en Somalia o en Siria seguramente mis problemas sean una mierda. Igual que los tuyos, por cierto, que aquí penurias de verdad pasan muy poquitos. Es cierto que no trabajo en una mina, no me sobrevuelan las balas cada día, no tengo que caminar kilómetros para encontrar un poco de agua potable, no tengo que repartir un puñado de arroz entre mis cuatro hijos desnutridos. Es verdad. ¿Y qué quieres que haga? ¿Es que acaso como hay gente que está mucho peor que yo ya no me puedo quejar? ¿Puedo quejarme delante de los que están mejor? Que yo soy muchas cosas, pero no una insensible ni una superficial. Que yo hay días que no veo el telediario porque se me atraganta la comida con las lágrimas, que me hice trabajadora social por algo, que me duele el alma con las cosas que pasan, que los animales me conmueven tantísimo que sufro como una imbécil si veo una paloma atropellada. Que yo dono, colaboro y soy muy consciente de lo que pasa más allá de nuestro mundo acomodado. Pero eso no quita que no pueda quejarme porque no encuentro las zapatillas que me gustan de mi talla, porque los vaqueros que he visto rebajados no me quedan bien o que diga que tengo un cacao mental porque no sé si cortarme el flequillo o no. Que son problemas absurdos, ya lo sé, ¿pero qué hago? ¿me fustigo por no tener problemas peores? Que por cierto también los tengo, pero no gano nada por publicarlos por ahí o por estar todo el día amargándome y dándoles vueltas. Que a veces prefiero pensar en cosas superficiales y absurdas, decir cosas no trascendentales y tirar de tópicos porque no quiero meterme en polémicas o dar explicaciones a todo petete que se me cruce en el camino. ¿Me convierte eso en cuñada, en parafraseadora de cerosesenta, en imbécil o en insensible? Pues mira, igual sí, porque me la pela mucho.


Y ahora me voy a mirar fotos de cortes de pelo a ver si me decido a meter tijera o no. Coño ya.  

8 comentarios:

  1. Pues yo con mi cuñado me río mucho. Jajajaja.
    A mí también me fastidia que a veces uno no pueda quejarse de cosas banales. Lógicamente, uno tiene que aprender a relativizar y demás pero eso no quita que cada uno vive su propia vida y lo que para uno puede ser una tontería para otro puede ser todo un dilema. Las preocupaciones son como los dolores; algo de lo más subjetivo. Es como cuando dices "me duele la cabeza" y te responden "para dolor de cabeza el que tuve yo ayer". ¿Pero qué sabrá ése cuánto me duele a mí? Los dolores no se pueden comparar y las preocupaciones, tampoco. Puede que si uno se pone a mirar alrededor se dé cuenta de que, efectivamente, hay gente con tragedias mucho peores pero a cada uno le toca vivir las que vive.
    Una vez soltada esta parrafada, no te cortes el flequillo, que te queda muy bien.
    Y Muchachada Nui Rules!!! Jajajaja.

    Besotes!!!

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    1. Muchachada nui es mierda, asúmelo, jajaja.
      Cada uno tenemos lo nuestro y el tratamieto despectivo de "huy, eso no es nada" siempre me ha cabreado.
      Y del flequillo, no sé, ahora lo llevo larguísimo, sin flequillo, vamos. Y lo echo de menos. Me estresa verme la cara tan despejada. No sé, lo seguiré pensando.

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  2. Yo emito mis criticas a diestra y siniestra y me inporta un poroto su aceptacion y escucho sin molestarme las letanias de los otros que tienen tanto derecho como izquierdo para hacerlas. Finalmente vivimos en una sociedad donde todo el mundo tiene derecho e izquierdo para hablar mal de su projimo

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    1. Si derecho tenemos, otra cosa es recibir una respuesta que sea una impertinencia.

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  3. Totalmente de acuerdo...
    Esto es como cuando muestras tu opinión e indignación contra el maltrato animal y ya alguien que salta que hay muchas personas que sufren... ¡¡¡como si eso a ti no te importase!!! ¡¡Como si eso fuera motivo para no implicarte con lo oto!! (Es más... la gente que te lo critica, suele ser gente que no se implica con nada... jaja)

    En fin... Lo dicho... que te lo cortes!!! Total... algún corte chulo habrá, y por cambiar... Y si no te gusta... bueno, pues lo bueno que tiene es que crece!! jaja No te quedes con la duda de si te quedará bien o no.. compruébalo!! (Lo dice una que lleva 10 años sin cambiar de corte de pelo... jaja)

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    1. Bueno, de esos ni hablo, la gente que no se conmueve con los animales no lo hará con nada, y que no me cuenten rollos de los niños de áfrica si luego dicen que hay que cerrar fronteras porque vienen demasiados inmigrantes. Anda a cagar. Y no digo más que me caliento.
      Y lo del pelo... no pretendo cambiar de corte de momento, era sólo el flequillo y aún le estoy dando vueltas, me cuesta muchísimo meter tijera tengo un trauma o algo :)

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